Chistavín de Berbegal
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HISTORIA DEL ATLETISMO ARAGONÉS
Celedonio García Rodríguez
Un saltarín apostó
a que un estanque saltaba,
tomó carrera, saltó,
mas, cuando en el aire estaba,
tuvo miedo y se volvió.
(Diario de Zaragoza, 4-9-1883)
La calle ha sido el lugar de juegos, donde niños y mayores han difundido todas las particularidades deportivas que a lo largo de los años han formando parte de las costumbres.
En la calle se corría, se saltaba y se tiraba a la barra, frecuentemente en concursos alimentados con apuestas. Una de estas apuestas, cargada de heroicidad, se celebró a mediados del siglo pasado; según nos cuenta Mariano Gracia, el protagonista se llamaba Jenaro, un joven zagal de las diligencias de Oriente.
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