14/9/16

Historia de las carreras pedestres de Montalbán (Teruel)


"Carrera de pollos" (1953). Óleo de Francisco Marín Bagüés según un boceto de 1913

Celedonio García y José Antonio Adell
Las carreras pedestres, especialmente las “corridas de pollos”, son pruebas deportivas de gran arraigo y tradición en Aragón.

Durante siglos (ya se disputaban en los siglos XVI y XVII), estas competiciones fueron festejos típicos e imprescindibles en todas las fiestas aragonesas. Actualmente forman parte del deporte tradicional y de nuestro patrimonio inmaterial; son las raíces del deporte, y, en particular, del atletismo en Aragón, junto con otras pruebas igualmente típicas, como el “tiro de barra”, el “tiro de bola”, el juego de pelota en frontones y trinquetes, los pulseos o los juegos de bolos, por citar algunos.

"Ya llega el vencedor", cuadro de Julio García Condoy, ambientado en las "corridas de pollos del Bajo Aragón. Se presentó en la Exposición Hispano-Francesa de Zaragoza de 1919

El nombre de carrera a pie hacía referencia a la recompensa con la que se premiaba a los vencedores; era la denominada “corrida de pollos” o de “gallos”. Habitualmente los pollos con los que se premiaba a los tres primeros clasificados permanecían colgados en un bieldo u horca, sostenida por el alguacil, en la línea de meta.

Normalmente se entregaban tres pollos al primero, dos al segundo y uno al tercero. También se colgaba en el bieldo una cebolla que se daba al último o al cuarto clasificado, según lugares.

"La carrera del gallo". Escena costumbrista de Juan José Gárate, 1919


Se disputaban por toda la geografía aragonesa durante la celebración de las fiestas patronales o de cofradías de los pueblos, barrios y ciudades, y también coincidiendo con algunas solemnidades y conmemoraciones.

Siempre se organizaban en un ambiente lúdico, propicio para el revestimiento con rituales que enriquecían el festejo. En Montalbán se conserva el desfile de los vencedores con las reinas de las fiestas, pero también era corriente el pregón previo a la carrera y en determinados pueblos turolenses todavía el vencedor baila la “jota de los pollos”.

Paseo ritual de los vencedores de la carrera pedestre con las Majas de las Fiestas de Montalbán. Emilio Guzmán y Celedonio García.

Los gaiteros solían amenizar las corridas con melodías típicas de “corridas de pollos”. Uno de los más famosos fue el “tío Cataplines” de Montalbán, pero a lo largo del Río Martín otros como el “tío García” y José Marcuello, de Albalate del Arzobispo; el “tío Chorras”, de Ariño; el “tío Salao” de Híjar, o el “tío Santiago”, también mantuvieron vivas estas músicas.

En Montalbán ya eran muy populares las carreras pedestres que se celebraban en el siglo XIX durante las fiestas patronales de la Virgen del Castillo y San Fausto. Se disputaban corridas de mozos, niños, ancianos, mujeres, etc.

En las fiestas de esta época igualmente era popular y antigua, según los programas de fiestas, la costumbre de lidiar un toro el día 16 y al día siguiente se corrían las vaquillas. Aunque en 1901 el Gobernador prohibió estos festejos taurinos con gran disgusto de la población.
Carreras pedestres en los años 1910-1920 en el Barranco de la Rambla-El Toril. Fotografía del Blog Montalbán en fotos

En estos primeros años del siglo XX Montalbán y Utrillas competían por organizar una buena carrera y también había rivalidad entre los corredores de ambas poblaciones. Los que más destacaban eran Agustín Arnal, de Montalbán, y Nicasio Abad, de Utrillas. Pero, a veces, les ganaban otros corredores de pueblos próximos, como Fernando Gimeno y Pedro Fernández, ambos de La Mata, o Joaquín Castro, de Blesa.

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