En otro artículo hablábamos de un famoso tirador de barra de Fuentes de Ebro, “El tío Santas”; en esta ocasión escribimos sobre un andarín, y aún queda pendiente otro “personaje” de Fuentes, un bandido conocido con el nombre de “El Ballado”.
A lo largo del siglo XIX se hicieron muy populares algunos andarines, que, sin duda, hubieran brillado en los “Juegos Olímpicos Modernos”, cuya primera edición se celebró en Atenas en 1896.
El más destacado de los andarines españoles en la primera mitad del siglo XIX fue el madrileño Juan Antonio Genaro. En 1835 corrió en París y en Londres en competencia con caballos de carrera, saliendo siempre victorioso. En Septiembre de aquel año, estuvo corriendo un día en el hipódromo de Longchamp desde la una de la tarde hasta las ocho de la noche, derrotando a ocho caballos de carrera de los más famosos.
Recorrió las principales ciudades de España. En Zaragoza estuvo en varias ocasiones; en una de ellas, el 11 de diciembre de 1859, participó en una función que la “Compañía Gimnástico-Aerostática”, dirigida por Mr. Esteban Buislay, ofereció en la Plaza de Toros.
El segundo número del programa decía: “El andarín don Juan Antonio Genaro correrá una hora entera alrededor de la plaza en pugna con un caballo de buena raza. Concluida la carrera, Genaro bailará la jota por todo el anillo de la plaza”.
El andarín italiano Aquiles Bargossi, apodado "El hombre locomotora"
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Aunque el andarín que alcanzó más fama fue Mariano Bielsa y Latre, más conocido con el apodo de “Chistavín”, nacido en Berbegal (Huesca), por su victoria contra el italiano Aquiles Bargossi, considerado el mejor andarín del mundo y apodado “El hombre locomotora”. De “Chistavín” ya hemos escrito en otras ocasiones.
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Mariano Bielsa y Latre "Chistavín", de Berbegal.
Aragón fue tierra de andarines; en la época de “Chistavín” surgieron otros muchos que recorrieron, igualmente, las principales ciudades de España y de Europa. Por citar algunos: José Jiménez “El Sevillano”, de Alcalá de Gurrea; Antonio Laínez, de Cariñena; Francisco Pablo “Nonón”, de Ayerbe; Ángel Alda, de Miedes; Joaquín Mallor, de Alcolea de Cinca; Valero Nogueras, de Castejón de Monegros, o el célebre Antonio Balaguer “El Rey”, de Andorra, entre otros.
Parece sorprendente lo que vamos a contar, pero así lo recogemos de un artículo publicado por R. Mainar Lahuerta en la revista ilustrada Alrededor del Mundo, Madrid, 1899, titulado: “La buena fama de andarín”.
"Royico" era de Fuentes (creemos que no puede ser otra población más que Fuentes de Ebro), un andarín que fue acusado de robo sacrílego y cuando su defensor estaba á punto de sacarle libre, alegando que no había tenido tiempo para ir al lugar del suceso y volver, prefirió purgar su delito antes que perder su fama de corredor.
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